MONZÓN.- La Feria del Libro Aragonés de Monzón (FLA) alcanza este año la decimoquinta edición y quiere celebrar el número redondo que certifica sus tres lustros de vida, la fidelidad del grueso de las editoriales públicas y privadas de la Comunidad Autónoma y, sobre todo, la reunión un año más en un espacio común del conjunto de "actores" que animan la literatura (escritores, editores, libreros y lectores). "Esta vez, con el aliciente de darle un plante a la crisis", apunta Jesús Planas, director del equipo organizador y persona reacia a los protagonismos. Tras la salida de escena del "padre" de la FLA, Chorche Paniello, en la clausura de la décima edición, Planas se ha encargado de engrasar la maquinaria.
La FLA-2009, del 5 al 7 de diciembre (Nave de la Azucarera), será el escaparate de la producción de 40 editoriales y de la presentación de 38 libros. El director indica: "Son menos que otros años porque se ha editado menos, sin embargo, valoro el debú de pequeñas editoriales que a pesar de la crisis quieren hacerse un hueco, y también a los "autoeditores", gente enamorada de la escritura que arriesga el dinero de su bolsillo para ver su obra en papel. Siento debilidad por estos autores".
La feria-fiesta presenta el habitual complemento de exposiciones "que tienen que ver con la cultura aragonesa". Así, en la planta baja de la Nave tendrán cabida una treintena de instrumentos musicales de la colección que atesora Eugenio Arnao en "La Casa del Gaitero" de Aguarón (Zaragoza), una selección de trajes de bailes y dances (el Zipotegato, la contradanza de Cetina…), una muestra de los tebeos autoeditados por la Asociación Cultural "Malavida", y otra de fotografías de pueblos en fiestas, propiedad de Manuel Sorinas.
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