Un portal con 750.000 víctimas de la Guerra Civil y la dictadura
El País digital
TEREIXA CONSTENLA - Madrid - 31/05/2010
Una víctima con nombre y apellidos es una tragedia. Tres millones de víctimas sin nombre son una fría estadística. Lo dijo Stalin, "mejor no saber en qué estaba pensando", y lo recordó ayer Rogelio Blanco, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, para subrayar el valor de una base de datos donde hay ya 750.000 víctimas con nombre y apellidos. 750.000 tragedias.
Aprovechando la riqueza documental custodiada en los archivos públicos estatales, el Ministerio de Cultura ha creado un portal digital sobre víctimas de la Guerra Civil y represaliados del franquismo, que arranca con estos 750.000 nombres y rozará los cuatro millones cuando se vuelquen todas las referencias disponibles. "La individualización de las víctimas ha sido posible gracias a la minuciosidad con la que el franquismo construyó su régimen", señaló la subsecretaria de Cultura, Mercedes del Palacio, en alusión al gran caudal burocrático que generó la represión franquista entre 1936 y 1977.
Sólo el Archivo General de la Administración, de Alcalá de Henares, cuenta con referencias de 800.000 personas que sufrieron alguna represalia. Por su parte, el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, almacena 3,5 millones de fichas, lo que podría dejar corta la previsión de alcanzar los cuatro millones en el portal. Una de esas fichas de Salamanca corresponde a Nicolás Sánchez Albornoz, presente en el acto e "impresionado" con los 750.000 nombres incluidos de partida en el portal.
La iniciativa se distingue de otras bases de datos de memoria histórica por su soporte documental. Cada historia tiene detrás un expediente, una sentencia o un papel que acredita lo ocurrido. Y nace a impulso del Ejecutivo, como recordó Mercedes del Palacio: "Hoy el Gobierno de España se suma a otros gobiernos de países que sufrieron dictaduras con un memorial que pretende honrar a aquellos que sufrieron la conculcación de sus derechos por sus ideas religiosas, políticas e ideológicas".
El portal, sin embargo, nace con una carencia reseñada ayer por varios historiadores: el material procedente de los archivos militares, competencia del Ministerio de Defensa, donde se almacenan las sentencias de los consejos de guerra contra los derrotados. "Todo vendrá. Lo importante es iniciar el movimiento para echar en falta lo que falte", aseguró Rogelio Blanco.
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