La zona podría albergar una de las mayores fosas de todo el país
El fusilamiento de Cetina es solo uno de los muchos que tuvieron lugar en la Comunidad de Calatayud. Arico lleva ya tiempo trabajando con el objetivo de poner en marcha un proyecto que permita localizar y exhumar los restos de las fosas que, según se cree, podría acoger todo el entorno del barranco de la Bartolina. El colectivo estima que hasta 2.700 personas habrían sido enterradas en esta zona.
24/02/2010 M. FRANCO
Si todo sigue según lo previsto, los familiares de doce personas de Torrijo de la Cañada fusiladas en Cetina en 1938 comenzará el próximo 19 de marzo. Santiago Carcas, de la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (Arico), que ha impulsado la actuación junto a los familiares de las víctimas, explicó que solo falta el permiso de la Dirección General de Patrimonio para comenzar esta actuación, que ya cuenta con una subvención del Ministerio de Presidencia de 38.500 euros. Esta cantidad deberá cubrir los gastos de la investigación y desenterramiento de los restos y de los trabajos de laboratorio, pero no de las pruebas de ADN, que tendrían que llevarse a cabo posteriormente con otra aportación económica.
Con estos trabajos, los descendientes de los doce fusilados que se cree que fueron enterrados en esta localidad estarán más cerca de recuperar a sus familiares y pasar página, 70 años después de lo sucedido. Estas personas pertenecen a un grupo más amplio de vecinos de Torrijo de la Cañada que fueron asesinados durante esas fechas, una treintena de detenidos que podrían haber sido conducidos a Munébrega o a otros puntos de la zona y entre los que se encuentran concejales o sindicalistas de la localidad.
Es imposible garantizar que la exhumación terminará con el hallazgo de estas doce personas y no de otras diferentes o de un número distinto. La investigación que ha conducido hasta este lugar se basa, sobre todo, en testimonios de testigos. Ana Calahorra, nieta de uno de los fallecidos, explicó que las cartas que su abuelo enviaba ocultas en el cuello de las camisas que su familia recogía en prisión permitieron conocer su situación y la de otros detenidos, lo que sumado a las declaraciones de los que estuvieron presentes en la época permiten establecer una situación aproximada de los fallecidos. Aún así, no faltan las informaciones contradictorias, lo que dificulta el proceso.
"Unos lo tienen más fácil y saben casi con seguridad que sus familiares están allí --manifestó--. Para otros es más difícil, pero tenemos esperanzas". Calahorra, junto al resto de descendientes que --constituidos como asociación-- han impulsado el proyecto, confía en poder encontrar por fin a su abuelo. "Solo queremos dignificar a estas personas, tener un lugar donde poner su nombre y llevarles unas flores", concluyó.
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=562202
Artículo en El País 4/03/2010
1.850 fosas en el primer mapa de la tragedia
www.elpais.com/articulo/espana/1850/fosas/primer/mapa/tragedia/elpepunac/20100304elpepinac_11/Tes
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