martes, diciembre 6

Terminan las obras de restauración del retablo mayor de la iglesia de la Natividad de Alhama

lunes, 05 de diciembre de 2011 http://www.calatayudvirtual.com/


Tras cuatro meses de trabajos, ha finalizado la restauración del retablo mayor de la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora de Alhama de Aragón. Se trata de un conjunto barroco de mediados del siglo XVII que presentaba importantes daños debido a la humedad y los fuertes cambios de temperatura y que necesitaba una serie de reparaciones valoradas en 80.000 euros.

Dicha cantidad ha sido financiada por la Diputación Provincial de Zaragoza (60%), el Ayuntamiento de la localidad (20%) y el Obispado de Tarazona (20%) y las obras han consistido en la limpieza, consolidación y reintegración de las formas que componen el retablo y la capa de policromía que las cubre.


Los trabajos comenzaron el pasado 25 de julio, debido a los importantes problemas de humedades y carcoma que presentaba el conjunto. “El estado de conservación no era malo, pero la parte de abajo estaba deteriorada por las inundaciones y la parte de arriba por las goteras del techo. También había sufrido mucho por los cambios fuertes de temperatura y por la mano del hombre”, ha explicado María Mompín, una de las responsables de la restauración. Y es que hacia los años 50, se desmontó el retablo para cambiarlo de ubicación. “Lo montaron unos metros más adelante y más elevado, para intentar evitar las humedades; pero esa operación ha provocado que ahora se abran las tablas”, ha añadido Mompín.

El primer paso dentro del proceso de restauración ha sido eliminar la suciedad superficial, “con medios mecánicos y mucho cuidado para no llevarnos la policromía, que ya se había perdido bastante en algunas escenas”, ha informado la responsable del trabajo.

El segundo paso ha consistido en fijar las capas de color sueltas mediante adhesivos. “Siempre utilizando materiales discernibles, respetuosos y compatibles con lo original, para no dañar nada”, ha apuntado la restauradora. Y según ha asegurado ella misma, este ha sido un trabajo muy laborioso, “ya que la pintura estaba muy despegada y había que hacer una labor de cirujano inyectando cola con una jeringuilla”.

Por otra parte, las profesionales detectaron que las capas de barniz que se habían ido aplicado sobre el retablo a lo largo de la historia habían adquirido un tono oscuro que impedía apreciar su policromía. “Por eso las quitamos, junto al polvo. También eliminamos restos de cera, procedentes de las velas que antes iluminaban el retablo, y de pintura, que cayeron la última vez que se pintó la iglesia”, ha comentado Mompín.

A continuación, se ha realizado una reintegración volumétrica y cromática en las partes donde había desaparecido el material original. “Lo hemos hecho con yeso y acuarela, imitando el estuco original para que de lejos no se note el arreglo pero haya constancia de que se ha hecho para no falsear la pieza”, ha afirmado la restauradora. Ella misma también ha asegurado que este proceso ha presentado grandes dificultades, “ya que no todo el retablo estaba hecho por el mismo autor y había diferencias entre unas zonas y otras y, además, había muchísimos recovecos”.

Por último, el retablo se ha cubierto con una capa de barniz “para proteger tanto lo original como las reintegraciones que hemos hecho”, ha revelado Mompín. Ya que para todos esos trabajos, se ha utilizado un material muy delicado, la acuarela. “La razón es que si cambiaran los criterios de restauración, sería muy fácil eliminarla y el conjunto quedaría tal y como estaba”, ha añadido la profesional.


Además, para completar el proceso de restauración se ha realizado un tratamiento de desinfección y consolidación de la madera del retablo, para acabar con el ataque de xilófagos, y se ha instalado un nuevo sistema de iluminación.

Mompín ha asegurado que “se ha tratado de una restauración muy agradecida”, para la que además han contado con la ayuda de los habitantes de Alhama de Aragón. “Hemos podido situar el traslado del retablo en los años 50, porque la gente del pueblo se acuerda de cosas y ha venido a contárnoslas”, ha comentado Mompín.

EL RETABLO

El retablo mayor de la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora de Alhama es un conjunto barroco de mitad del siglo XVII, estructurado en sotabanco, predela, cuerpo de tres calles y ático y creado por un taller bilbilitano. Su autor fue el maestro escultor Bernardo Ibáñez, quien contó con la colaboración de ayudantes como el ensamblador Pedro Virto. Se ha comprobado que dicho artista también trabajó en otros lugares del territorio, ya que en el Santuario de la Virgen del Río de Tarazona descansa otro de sus retablos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario