Mucho y duro hay que trabajar por Calatayud para que la ciudad te nombre hijo adoptivo. Pocos son los afortunados. Este es el caso de Manuel Martín Bueno catedrático de la Universidad de Zaragoza, quien la semana pasada fue reconocido como hijo de la bilbilitana Calatayud y de su barrio de Huérmenda. La Iglesia de San Pedro se llenó de familiares, compañeros y amigos que le acompañaron en este dulce acto de homenaje.
Y no es para menos el trabajo realizado por Manuel Martín Bueno y su equipo en la ciudad romana de Bílbilis. Durante años ha colocado en el mapa arqueológico mundial la ciudad del río Jalón. Mucha agua ha pasado por este río desde aquel año de 1971, cuando comenzaron las excavaciones arqueológicas, que llevaron a descubrir el teatro, el foro, el templo, los baños y casas romanas con bellas pinturas murales.
Miles de alumnos y cientos de trabajadores dirigidos por Manuel Martín Bueno han participado en este gran esfuerzo colectivo por recuperar la historia de una parte de Aragón. Además lleva añadida la iniciativa y el acierto de creación del Museo de Calatayud, donde se muestran y guardan miles de piezas arqueológicas que nos descubren la esencia y el alma del lugar donde nació Marco Valerio Marcial.
Homenaje justo por el trabajo y los logros realizado por eso, les invito a ustedes a unirse al mismo, dejándose caer por tierras bilbilitanas y conocer su obra y su trabajo, acceder al Museo de Calatayud y dejarse llevar por sus salas llenas de bellos objetos, además de pasear por los cerros de Bámbola y los lugares accesibles del yacimiento romano de Bílbilis y dejarse llevar por la imaginación.
javier.bona@gmail.com
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